El polo electrónico de Tierra del Fuego está viviendo momentos de tensión luego de que la delegación Río Grande de la Unión Obrera Metalúrgica iniciara un plan de lucha en contra de la eliminación de las licencias no automáticas, lo que facilitaría la importación de productos tecnológicos, principalmente televisores y celulares, que son los dos productos que más peso tienen en la isla.
La seccional de la UOM comenzó a realizar paros parciales en las plantas fueguinas, tras la decisión tomada por el Gobierno, que busca profundizar la baja de precios de la electrónica de consumo.
Cabe destacar que hasta ahora, este tipo de productos contaba con licencias no automáticas, un régimen que permite a los funcionarios monitorear y regular el flujo de importaciones, según los plazos estipulados por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Claro que estos no fueron los únicos cambios: a fines de noviembre se publicó el decreto que reduce de 6,5% a 0% los aranceles para los productos fabricados en Tierra del Fuego y de 17% a 10,5% para los importados, con una escala descendente hasta 0% en 2024.
Pese a esto, los empresarios consideran que seguirá siendo conviniendo producir celulares, equipos de aire acondicionado y televisores en el país, mientras que será más lógico importar el resto de los electrodomésticos.
«No veo avalancha de productos importados adicional a lo que ya hay. Cada empresa ahora podrá evaluar realmente qué le conviene más, sin que las trabas de las licencias no automáticas entren en la ecuación», afirmaron desde Newsan.
Según el experto en tecnología, Enrique Carrier, la mayor oferta importada será importante particularmente en los celulares de gama baja.
«Los beneficios que te da Tierra del Fuego en términos de exenciones son relevantes cuando el producto es de precio medio para arriba. Pero si se trata de equipos de gama baja, aun pagando todos los impuestos, conviene importarlo que fabricarlo en el sur», dijo el especialista.
En este sentido, estimó que probablemente Tierra del Fuego pierda la categoría «gama baja», que esos teléfonos se empiecen a importar y que hasta comiencen a llegar otras marcas que hoy no están en el mercado.
Por esa situación de que Tierra del Fuego no es competitiva en productos más básicos, es que en la provincia solo se producen smartphones, cuando en otros países se siguen vendiendo los celulares tradicionales, que tienen un público entre la gente de bajos recursos y de edad avanzada. La apertura de la importación quizá haga renacer ese segmento.
En busca de más competitividad
Como parte del plan que apunta a darle más competitividad al sector, la seccional Ushuaia de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la dirigencia nacional del sindicato avalaron el acuerdo de congelamiento salarial por dos años suscripto el pasado 13 de noviembre con los representantes de las industrias electrónicas fueguinas.
Oscar Martínez, secretario general de la UOM Río Grande y diputado nacional por la oposición, señaló que el acuerdo se firmó porque «no nos dejaron alternativas ante las amenazas de despidos», e insistió en que mantener el actual régimen hace a la «defensa de la industria nacional y de los puestos de trabajo».
El hecho de que la delegación Río Grande se bajara del acuerdo generó preocupación en el sector empresario.
El presidente de Afarte, Federico Hellemeyer, consideró que sin el congelamiento salarial al que se había comprometido el gremio, «es imposible cumplir con las metas de competitividad que reclama el gobierno nacional y bajar los precios de los productos finales».
«Todos los puntos del acuerdo de noviembre son imprescindibles. Desde lo que corresponde a la provincia hasta lo que compete a la Nación, como la erradicación del contrabando de celulares, la mejora de rutas o de la logística y el transporte. Todo es clave porque estamos en una hora muy crítica. O paramos la pelota y generamos productos más baratos, o eso nos saca a todos de la cancha», graficó el empresario.