El juez Federal de la ciudad de Ushuaia, Federico Calvete, le ordenó ayer al Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) -un organismo dependiente del Conicet- que suspenda la matanza de conejos silvestres -mediante la fumigación con gas fosfina- que iba a ponerse en práctica para erradicar a esos animales de las inmediaciones del edificio donde funciona la institución.
Calvete hizo lugar a una medida cautelar presentada por la Asociación de Abogados y Funcionarios para la Defensa de los Animales (Afada) y la Asociación Amigos del Reino Animal Fueguino (Araf) que se oponen tanto a la erradicación de los conejos de la península de Ushuaia como a la utilización de un producto al que consideran “peligroso y tóxico”.
La resolución del Juez Calvete dispone la implementación de un plan alternativo propuesto por las asociaciones protectoras, consistente en la extracción de los animales mediante jaulas-trampa, su relocalización en otro predio, y la esterilización quirúrgica de los ejemplares a cargo de un médico veterinario.