El niño riograndense de seis años que padecía la rara enfermedad “encefalopatía epiléptica” falleció ayer, confirmó la clínica Cemep. Gracias a la solidaridad de la gente, su familia había conseguido los fondos para continuar su tratamiento en Buenos Aires, pero su corazón dijo basta y dejó de latir.

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La historia de Máximo Gómez había conmovido a todos. El pequeño de seis años fue diagnosticado a los dos de una “encefalopatía epiléptica” y retraso madurativo. Para sus padres luchar por su tratamiento era una constante, y gracias a la solidaridad de la comunidad habían logrado en las últimas semanas juntar los fondos que necesitaban para viajar a Buenos Aires y realizar una rehabilitación intensiva en el Hospital Italiano.

“Este tratamiento se realiza en una clínica de Buenos Aires, necesitamos continuar por este tratamiento. Nuestra obra social solo abonara el tratamiento una vez realizado, por un problema administrativo mi hijo se ve privado de su rehabilitación”, había contado su padre, César Gómez, a los medios locales.

Sin embargo y pese a que habían logrado conseguir el dinero, no llegaron a viajar y Máximo falleció hoy en Río Grande producto de una infección. (criticasur.com.ar)