Como todos los años se recuerda el paso a la inmortalidad del prócer y libertador de América del sur, el general José de San Martín. La ceremonia, que conmemoró el 169º aniversario, se llevó a cabo en instalaciones del gimnasio de la Policía provincial, Sgto. Salvador Molina de la capital. Estuvo encabezado por el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo provincial, Juan Carlos Arcando. Ratificó y confirmó su plena convicción de mantener y fomentar el espíritu sanmartiniano.
Al inicio del acto, se reseñó la vida y obra del Libertador y se destacó su paso por filas militares. “Sus campañas fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y el Perú”. En el año 1988, el expresidente Raúl Alfonsín, decretó que las banderas argentinas de todo el territorio, permanezcan a media asta por el lapso de una hora, como expresión de duelo.
Durante el acto, los representantes de los tres Poderes, depositaron una ofrenda floral ante el busto del general José de San Martín, donde se pudo observar las banderas de los países que libertó. Posteriormente, realizaron lo mismo, otros representantes de distintas fuerzas armadas y de seguridad.
Luego, el expresidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana y fundador de la entidad, coronel (R) Guillermo Llorente, pronunció palabras alusivas del prócer. El Presidente de la Cámara Legislativa, también ofició de orador en el homenaje al General.
En sus palabras, el Titular del Poder Legislativo sostuvo que “a 169 años del paso a la inmortalidad del Padre de la Patria nos encontramos aquí reunidos para ofrecerle un justo homenaje. Arcando comparó los días difíciles abordados por San Martín y dijo que “contiene una significancia especial recordar los valores sanmartinianos, no solo sus logros como militar o su inteligencia como político, sino su ejemplo de vida como nos legó”.
“Los valores de San Martín expresan una irrefutable determinación por la libertad, como la tan difundida frase «Seamos libres y lo demás no importa nada»”, dijo en referencia las frases más esbozadas del General.
Arcando referenció otra frase de San Martín: «La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos», esto nos habla de un hombre íntegro”.
“Hoy tiempo de reflexionar sobre esta otra frase del libertador del cono sur de la América: El hombre bajo todo Gobierno será el mismo, con las mismas pasiones y debilidades. La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien», recordó.
“Para quienes ejercemos la función pública, me suena esta verdad que expresara el Gran Capitán. Un buen Gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus principios, pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen”
El Vicegobernador a cargo del Poder ejecutivo, reflexionó sobre la situación del país. “Por estos días la Republica atraviesa una crisis cuya magnitud y profundidad es impredecible, la gravedad del momento nos llama a mantener una conducta serena, constructiva y solidaria”
“Hemos llegado a esta situación por condicionantes externos a la Patria, que son imposibles de cumplir sin que nos impongan el sometimiento de nuestro pueblo”, refirió Arcando a los presentes en el acto. Ante esto, “qué necesario se nos hace hoy recordar el ideario liberador sanmartiniano y amparamos en la fuente de inspiración válida y noble San Martín”, dijo el Presidente de la Cámara Legislativa.
“En estos días, los ojos del mundo nuevamente se posaron sobre nosotros; es imperioso despejar las dudas sobre nuestras opciones como Nación. Dejar en claro que tenemos plena voluntad de proteger los valores que nos legara San Martín; que no son otros de los valores comunes de la humanidad de estos tiempos, que tienen un compromiso implícito de generar prosperidad para su pueblo, con un objetivo impostergable que se dé en un marco de justicia social”, aclaró.
“Esos objetivos deben fundirse para conservar la Nación, su independencia y soberanía sobre sus decisiones. Don José permítame refugiarme en sus enseñanzas; nada nos vino del cielo; este pueblo libró, solito su alma, todas las batallas por su libertad. A veces fue victorioso a veces derrotado», describió con notoria admiración.
Este contexto histórico, “nos hace posible entender las emboscadas que nos tienden los enemigos de la Patria, los de ayer y los de hoy. Por esto, mi libertador, tu grito de ayer, es el mismo hoy: Si somos Libres, todo nos sobra».
“Pongo mi voto para que los argentinos asumamos tu legado en este día, de gran honra, no viene mal un poco de historia. José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes. Fue el menor de los cinco hijos que tuvieron Juan de San Martín y Gregoria Matorras y falleció en Boulogne-sur-Mer, Francia, el 17 de agosto de 1850, aunque sus restos fueron repatriados en 1880”.
El General dejó su marca en cada país de Latinoamérica al que fue. En Perú, por ejemplo, tiene los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», de «Fundador de la República» y de «Generalísimo de las Armas». En Chile, en tanto, se le dio el grado de «Capitán General».
“Realizó gran parte de su carrera militar en España, hacia donde partió cuando apenas tenía seis años. Tras alcanzar el grado de teniente coronel y servir 22 años en el Ejército español, San Martín regresó a Argentina y se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata”.
Su liderazgo fue creciendo rápidamente, primero al mando del Regimiento de Granaderos a Caballo y luego en la jefatura del Ejército del Norte en reemplazo del general Manuel Belgrano. Luego, en 1817 San Martín completaría una de las gestas más extraordinarias: El Cruce de los Andes, tras comandar las batallas de Chacabuco y Maipú, San Martín consiguió la liberación de Chile de manos de España. Atacó al centro del poder español en Sudamérica, ubicado en Lima, y en 1821 también consiguió la independencia de Perú.
Un año más tarde se produciría uno de los encuentros más importantes de la historia: San Martín se reunió con Simón Bolívar y le entregó parte de su ejército para que continúe con la liberación de Perú, en la reunión que se conocería como «La entrevista de Guayaquil».
San Martín regresó a Buenos Aires, pero desalentado por las luchas internas entre unitarios y federales partió nuevamente a Europa. En los años en los que duró su exilio escribió las «Máximas para Merceditas», su hija, en donde sintetizó sus ideales educativos.
Finalmente, esta fue la voluntad póstuma del Padre de la Patria: «Desearía que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires». Como mencioné, desde 1880 sus restos descansan en la Capilla Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la Catedral Metropolitana, custodiado permanentemente por dos granaderos.
Esta semana también se celebró otro aniversario relacionado al Padre de la Patria: el de la entrega del Bastón de Mando de San Martín a Nuestra Señora del Carmen de Cuyo. Este acontecimiento sucedió el 12 de agosto de 1818, el mismo día en el que también se confirmó la proclamación de la Virgen como Patrona y Generala del Ejército de los Andes.
Para finalizar expresó, “esta honra al prócer de próceres, una frase suya que bien puede aplicarse a nuestro presente, y que sin dudas es inmortal como todo su legado: La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder», finalizó.
Participaron la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Dra. María del Carmen Battaini; funcionarios de la administración local, representantes de las fuerzas armadas y de seguridad; integrantes de la Asociación Sanmartiniana; Combatientes de Malvinas, alumnos y abanderados de establecimientos educativos.