El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer habló de «una tormenta perfecta» para el segundo semestre de 2018 y, como acto de fe, deseó que la recesión «termine lo antes posible», sin ningún dato de la realidad que aporte certeza de hasta cuándo se va a prolongar. Planteó la «descomunal» caída en las ventas, por la incidencia cambiaria, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, que se potenciaron en las últimas semanas.
No esperan vender más televisores, porque «la gente no tiene un mango para comprar» y además están cayendo los planes en cuotas; las expectativas de los equipos de aire acondicionado no son optimistas, y lo único que se avizora es más caída de poder adquisitivo con el aumento del costo de vida y la suba de tarifas. No obstante ratificó la decisión de cumplir con el compromiso de sostener el personal empleado.